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sábado, 8 de marzo de 2014

"Hablemos de vampiros", una entrada sobre Hellsing.

Curas homicidas, monjas con katanas, nazis con ganas de guerra, un cuerpo de policía espectacular (no, hablo de sólo una agente) y en mitad de todo esto y un baño de sangre, el mismísimo Drácula. Esto es Hellsing. Esto es lo que te ofrece y esto es lo que te da, de una forma bastante satisfactoria. Y sin más preámbulos, procedo a escribir sobre esta serie (ojo a los SPOILERS) protagonizada por un personaje con un gusto en común conmigo: matar. Porque hablar de Hellsing es hablar de Alucard, su protagonista indiscutible y en torno a lo que gira todo. Antes de empezar, voy a dejar claro que hablaré de la historia en común a las tres obras que existen: el manga, la serie y la OVA, que hasta más o menos la mitad son exactamente iguales, hasta que los de la serie se quedaron sin obras escritas y tuvieron que tirar de imaginación, gracias a la gran paciencia que hay que tener para seguir cualquier trabajo (que tampoco tiene muchos más, la verdad) del puto gordo de Kohta Hirano.

No, éste no, el de verdad. Aunque se le parece mucho.

Todo comienza cuando en un pueblo de Inglaterra toda una división de policía es diezmada por un enemigo no identificado. Sin saber ya que hacer, los superiores (que como no se mueven del despacho, no corren ningún peligro) reciben la inesperada ayuda de Sir Integra Fairbrook Wingates Hellsing (TOMA NOMBRACO), que a pesar de ostentar el título de "sir", fumar más puros que un jubilado en una tarde de tute y estar más plana que una tabla de planchar, es una mujer. Acompañada siempre de su """"leal"""" mayordomo, Walter C. Dolnez (la C es de CABRÓN), aparece de la nada y les mete el miedo en el cuerpo a todos los inútiles del sitio: se están enfrentando a vampiros y lo que es peor, viene a salvarles otro. Aquí es donde aparece Alucard (wowowo, qué querrá decir el nombre) que literalmente les revienta la puta cabeza a todos (esto va a ser así durante toda la serie). Pero vaya por Dios, el vampiro jefe tiene retenido a una policía que ha sobrevivido, Seras Victoria, y la usa de rehén para intentar escapar. Con lo que no contaba el pobre diablo era que al prota se la suda todo, y después de preguntarle a la chica si es virgen o no (lo es, RARO) le atraviesa el pecho con una bala que de nuevo aniquila al vampiro. Resulta que sólo las mujeres vírgenes pueden ser convertidas en vampiresas con voluntad propia, las que han caído en el pecado de la carne se transforman en poco menos que zombies. Alucard le da la alternativa de morir o ser mordida y vampirizada para parecer bueno. La chica, que no es tonta, elige lo segundo, y ya nos hemos metido de lleno en la serie. 

Seras Victoria haciendo lo que Edward Cullen nunca se atrevió.

En fin, que lo que queda son carnicerías protagonizadas por Alucard, Seras Victoria enseñando carne, y más sangre aún. ¿Es esto algo malo? Pues para mí NO. Naturalmente, los primeros compases son del vampiro boss enseñando a la nueva sus nuevos e increíbles poderes (pero que no se desatarán del todo hasta que no beba sangre de una de sus víctimas), y mientras tanto él sigue destruyendo todo lo que pueda y si es humillándolo, mejor (Luke Valentine, jódete). En estas, conocen a un sacerdote católico grillado, Paladín Padre Alexander Anderson, que les tiene manía a los protestantes y a los vampiros y todo eso, y de rebote se llevan a otro enemigo: una organización nazi cuyo objetivo parece ser la destrucción de Hellsing: Millenium. De algún modo un tal Maxwell, jefe de la división Iscariote (ya empezamos mal) del Vaticano, de la que es miembro Anderson, ha conseguido información de que hay una reunión de Millenium en Río de Janeiro y Alucard, Seras y Bernadotte, líder de los mercenarios que acaba de contratar Hellsing porque en el último ataque no quedó vivo ni el apuntador, van para allá en primera clase. Como buenos nazis que son, al final los que hacen el primer movimiento son ellos y mueven los hilos para que prácticamente todos los agentes que hay en el país van para el hotel a intentar acabar con Alucard. ¿Resultado? Alucard los asesina sin pestañear, ante una Seras asustada por la bestia que tiene como mentor en esto de ser un monstruo inmortal. Aparece una especie de jefe de nivel, un sujeto llamado Tubalcaín Alhambra, cuyo poder es barajar muy bien las cartas, sólo para ser masacrado nuevamente por el todopoderoso Drác... Eso. El grupo vuelve a Inglaterra para la hora del té, a la que asiste la propia reina (que tiene un rollo MUY RARO con Alucard) y en ese instante aparece el mensajero de Millenium, el personaje más odioso de toda la serie: Schrödinger. Este ser por lo visto existe y no existe, cómo el gato del científico homónimo, pero no dejo de pensar que es una triquiñuela para meter a un personaje andrógino con orejas de neko kawaii. La cosa es que Millenium, liderado por "El Mayor", un gordelas rubio y con gafas que se parece mucho a Paco Marhuenda, dice que va para allá con un ejército de vampiros, y vaya si lo hace. En un principio, creen que la mayor amenaza está por mar, ya que un portaaviones es conquistado por una de las subordinadas de Hitler 2, Rip van Winkle, así que Alucard ni se lo piensa y va para allá en un puto caza, revienta a todos y acaba con la vampiresa a la que parece que le pone cachondísima morir. 

Volar convertido en murciélago es para mariconas

Pero sin Alucard, Hellsing no vale una mierda, así que Millenium llega con una flota de dirigibles Duff, descarga el ejército de vampiros y éstos violan y asesinan a todo lo que pillen. En estas, Maxwell ve su oportunidad para acabar con los perros protestantes, así que envía para allá otro ejército de soldados católicos apostólicos romanos que parecen sacados de una cofradía, a arramplar sin piedad. Lo que queda de Hellsing está confinado en la mansión de Integra, que estaba de reunión con los peces gordos de Inglaterra, y tienen que resistir el ataque de los vampiros nazis liderados por una vampiresa lesbiana armada con una guadaña y que parece tener no se sabe cómo poderes mentales. Aunque los mercenarios plantan cara, son destruidos casi por completo, incluyendo a Bernadotte. Seras, que no ha podido hacer nada por no tener sus poderes completos, ve como muere su ¿novio? ¿cuándo ha pasado esto? bebe la sangre del mismo y finalmente obtiene los poderes de una verdadera hija de la noche, aniquilando salvajemente a todos los enemigos (vamos, hacer un Alucard). Sin embargo, se da cuenta de que no está sola, sino que al beber su sangre, ha absorbido a Bernadotte que sigue con ella, y comprende la fuente de poder de los vampiros. Blablabla, le salen alas y se va a por Integra. La jefa ha escapado de milagro no sin el """sacrificio""" de Walter que tuvo que quedarse atrás para """luchar""" contra un hombre lobo nazi, "El Capitán". Aún con eso, llega Iscariote con Anderson a la cabeza, ayudado por un cura pistolero que fuma mucho y una monja con una katana. Inesperadamente, la ayudan a escapar hasta que llega Seras Victoria. Justo cuando se le empezaba a echar de menos, aparece Alucard, que vuelve a tomar el control completo del show. Anderson y "El Capitán" se lanzan a por él, mientras nazis y los cruzados de Maxwell siguen a la gresca. Adivinad lo que ocurre. En efecto, Alucard monta un genocidio y barre con todo, liberando todas las almas que ha absorbido y revelando su verdadera identidad: DRÁCULA. 

Cuidado, lector masculino, podrías perder tu heterosexualidad.

Parece ser que ésta era la verdadera intención de "El Mayor", hacer que desatara todas las almas que llevara en su interior y que quedara él solo, siendo mortal (funcionando las almas retenidas como vidas extra, para que nos entendamos). Anderson, que se ha cargado a Maxwell por haber corrompido su corazón, tampoco deja escapar esta oportunidad. A pesar de que tiene metida dentro nanotecnología o nosequé mierdas que le permite luchar a la par, ve que su única salida es doparse mediante los genuinos clavos de Cristo, que se clava y le convierten en un monstruo de espino. Alucard parece que casi muere pero en efecto, NO, ya que Seras, que es ya una hija para él, le insufla ánimos y derrota a Anderson, que muere. Ambos contrincantes sin embargo se tenían respeto mutuo, de forma que le dedican una oración, y un minuto de silencio, que irrumpe Walter (llevándose a la monja por medio) rejuvenecido por "El Doctor", el responsable de la vampirización de todos los nazis. En efecto, Walter es un traidor que desde la Segunda Guerra Mundial, donde él y el vampiro lucharon contra los nazis, se la tenía jurada a Alucard por pura envidia e hizo un pacto secreto con lo que sería Millenium. Integra y Seras (que se carga al hombre lobo que pasaba por allí) entran en el dirigible del malo maloso a patearle el culo mientras los otros dos se dan de leches. Sorpresa, sorpresa, Alucard lo derrota (no sin transformarse en una chica de forma completamente gratuita e innecesaria) y se dispone a recuperar toda la sangre que ha dejado por Londres, y aquí es donde está la trampa: Schrödinger se suicida y vierte su sangre en él, y como sólo existe si tiene conciencia de sí mismo y esa mierda, al ser el otro un batiburrillo de almas, colapsa y desaparece, ante unas atónitas Integra y Seras. Resulta que "El Mayor" odia a los vampiros por eso mismo, no aceptar quiénes son y absorber el alma de los demás, mientras que él rechazó convertirse en nosferatu cuando estuvo a punto de morir, y optó por recurrir a la ciencia, transformándose en un robot. En cualquier caso, Integra le mata (costándole un ojo de la cara literalmente) y el dirigible explota, llevándose a "El Doctor" y Walter con él, que gastaron sus últimos minutos de vida en charlar de sus cosas. Ay, qué pena, Alucard se ha morido.

¡Joder, que esto de morirse es una putada!

Treinta años después, las cosas parece que se han calmado. Hellsing parece que va a morir con Integra, ya mayorcita, que dejará la protección de Inglaterra frente a bichos sobrenaturales a cargo de unos incompetentes porque no le gusta que ese cargo se pase de forma dinástica (porque no ha tenido hijos, vaya). Seras (y Bernadotte al que está conectada), igual de exuberante, sigue a su servicio, y los cretinos de Iscariote les siguen molestando. Pero CHAN CHAN CHAN ALUCARD NO ESTÁ MUERTO, porque consiguió destruir todas las almas de su interior hasta que quedara la suya. Una vez teniendo conciencia propia, ahora tiene los poderes del gato tonto ese, de forma que está en todas partes y ninguna también. 
"Y como puedo estar en todas partes, estoy aquí", va y le espeta a Integra, que se lamenta de ser sólo una anciana. A Alucard le da todo igual (que se lo pregunten a la Reina) y se queda con ella, en lo que parece ser la confirmación de que estos dos desde el principio tuvieron rollo (Sí, Hellsing es una historia de amor encubierta). FIN. En la serie, no obstante, cortan antes de que aparezcan los nazis y te meten a un vampiro deforme con mucho swag que fabrica vampiros artificiales, quiere destruir Hellsing y triscarse a Integra, y al que finalmente Alucard da para el pelo, nada nuevo. 

Hablemos un poco de los personajes. Alucard (pulsad F3 y comprobad cuántas veces he escrito el dicho nombre) es el ser más poderoso de todos los tiempos, no es Dios porque no le da la gana, y hace lo que quiere. Así de simple. Alguno dirá que esto lo convertirá en un personaje aburrido y plano. "Usted no tiene NI PUTA IDEA", le contesto yo. Drácula es un ser atormentado por su naturaleza destructiva, está cansado de ser lo que es, y sólo quiere encontrar un rival que acabe con él de forma limpia (y veía en Anderson a ese rival). Sin embargo, también obedece a pies juntillas las órdenes de Integra, quien le liberó cuando era pequeña porque peligraba su vida, y a la que respeta (y posteriormente ama, se supone), y le coge cariño a Seras, a quien llega a querer como una hija. Todo eso sin perder ni un ápice de su esencia badass y seguir matando sin piedad a su enemigo. 
Integra, a pesar de no tener ningún poder más allá de darle recados al tío del abrigo rojo, es una líder con todas las de la ley, y no le tiembla el pulso a la hora de tomar decisiones difíciles (aunque puede ser un poco cargante el que repita "Search and destroy" continuamente), como la de matar a todos los policías que iban tras Alucard y Seras en Brasil y que eran presuntamente inocentes. Y hablando de Seras, empieza siendo una muchacha asustada con esto de los vampiros (sobre todo de su maestro) y acaba siendo una vampiresa de tomo y lomo, a la altura del mismísimo Drácula. 
Walter, el traidor, es un personaje que me desconcierta. Parece un mayordomo leal y eficiente, y sin ton ni son, traiciona a su ama por un rencor de adolescente que conserva desde hace nosecuantos años. Walter, eso MUY MAL. Por el contrario, los mercenarios y su líder, Bernadotte, permanecen fieles hasta el final a pesar de que sólo les mueve el dinero, pero por lo visto, eran hombres valientes y de palabra. Walter, MUY MAL.
Anderson y Maxwell son sacerdotes católicos radicales, pero mientras el primero resulta ser una persona digna (y por qué no decirlo, el puto amo), el último sucumbe al poder que le concede su ¿arzobispado? recién adquirido.
Y el último personaje destacable es El Mayor. Un malo de los buenos, un auténtico hijo de puta. Manipula a todos con tal de alcanzar su propósito, meramente personal: demostrar que un humano puede acabar con un demonio sin renunciar a su humanidad (tal como no pudo hacer Anderson al recurrir a los clavos de Cristo).
El resto de personajes son villanos que aparecen para ser derrotados, y aunque tengan personalidad marcada, sólo aparecen unos minutos y bah, qué más dará. Mención especial a Sir Penwood, uno de los peces gordos con los que se reunió Integra cuando la ciudad se iba a pique, y que parecía un cobarde pero tuvo la valentía de inmolarse llevándose a unos cuantos vampiros, y a cuyo hijo Integra le legó la responsabilidad de acabar con los susodichos. 

Never forget

Respecto a la serie (manga y OVA), y por lo que habéis podido leer, historia no tiene mucha (son diez capítulos, tanto de dibujo como de vídeo). Como básicamente son vampiros contra vampiros nazis, reinan los chorros de sangre, tiroteos infinitos, y superpoderes de Alucard, todo tiene una esencia de serie B y épica al mismo tiempo. El estilo de Kohta Hirano le va muy bien, y en el caso de la OVA, la calidad de vídeo es muy buena. En fin, sin ser nada del otro mundo (ni pretender serlo), es muy recomendable. La serie, no tanto. Lo mejor que tiene es su comienzo (por ser idéntico), su ambiente más oscuro (cosas de la animación) y el opening, que es, hablando mal y pronto, la hostia. 

Y con esta reflexión, concluyo: os convirtáis o no en vampiros, no os libraréis de mí. Un saludo.

P.D: De regalo, para agasajarles a ustedes mis lectores, dejo un link con 65 wallpapers de Hellsing que llevo recopilando desde hace un tiempo. Que lo disfruten.

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